Inteligencia Artificial
El próximo megaciclo tecnológico está floreciendo en Brasil. El ecosistema de la región de rápido crecimiento, ha madurado desde 2012, lo que ha dado lugar a una reforma legislativa sin precedentes, innovación tecnológica y un aumento masivo de las inversiones globales.
Al igual que el clásico consejo de “sigue el dinero”, los últimos grandes cambios tecnológicos desde la informática, la telefonía, Internet y los avances móviles han evolucionado en paralelo a métodos de pago más avanzados que ayudaron a los consumidores y a las empresas a capitalizarlos. El mundo está pasando del software a los datos, el elemento vital del entrenamiento de la IA.
La convergencia de las grandes tecnologías, las finanzas y el gobierno ha permitido una nueva economía de datos. Si bien la IA se considera el próximo gran avance, es sólo una parte de la historia porque los datos son el “petróleo” que alimenta la IA. El primer movimiento del megaciclo fue el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) cuando la UE defendió la privacidad de los datos en 2016. Brasil dio un paso al frente y creó derechos comparativos de privacidad de los datos y está invirtiendo fuertemente en infraestructura y regulación de datos para permitir que los ciudadanos aprovechen sus datos personales.
Mucho de los miles de millones de dólares en inversiones en IA provienen de gigantes tecnológicos liderados por Amazon, Google y Microsoft. Gran parte de ese dinero regresa a esos inversores corporativos estratégicos en los facturas que pagan por el acceso a sus caras plataformas en la nube.
Se está creando una “máquina con engranajes” para las grandes empresas tecnológicas y otras a medida que el acceso, en su mayor parte gratuito, a nuestros datos personales probablemente se finalizará en la década de 2020: los mismos datos que impulsan nuestros sistemas de inteligencia artificial y que producimos de forma global y masificada deben monetizarse, monitorearse y mejorarlos. Desde los innovadores de biotecnología y atención médica hasta los grandes bancos, las grandes marcas y sus agencias de marketing, e incluso los gobiernos, todos están involucrados en este circuito.
Sin embargo, un nuevo sistema de intercambio de datos que distribuya la propiedad y el control de esos datos críticos a los ciudadanos comunes podría crear nuevos modelos sobre los cuales las empresas emergentes puedan innovar. Nuestros datos podrían impulsar una economía de datos completamente nueva que podría beneficiar a todas las personas que participan o no en ella, en función de su necesidades respecto a sus requerimientos en la toma de decisiones.
En definitiva, se acaba el uso sin restricción de datos personales. Y esto puede conducir al próximo megaciclo.
La privacidad de los datos evolucionará hacia los derechos de propiedad de los datos en 2024
Nuestros datos podrían impulsar una economía de datos completamente nueva que podría beneficiar a todas las personas que participan o no en ella, en función de su necesidades respecto a sus requerimiento en la toma de decisiones.
El próximo megaciclo tecnológico, en el que los ciudadanos comunes de todo el mundo poseen y controlan sus datos personales que impulsan la IA, comenzó aproximadamente un año antes de la pandemia mundial de COVID. A principios de 2019, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, publicó en la revista Time la petición un paquete histórico de reformas para proteger y empoderar a los consumidores lo que ayudó a provocar un cambio cultural y legislativo que se alejaba del acceso y la recopilación sin restricciones de nuestros datos personales. Apple se ha comprometido a realizar operaciones comerciales mucho más sostenibles de aquí a 2030, por lo que vemos un intento de alinear mejor una de las marcas tecnológicas más valiosas del mundo con una responsabilidad social clara y convincente.
Con respecto a estas cuestiones, Cook escribió: “En 2019, es hora de defender el derecho a la privacidad: la suya, la mía, la de todos nosotros. Los consumidores no deberían tener que tolerar otro año en el que las empresas acumulen irresponsablemente enormes perfiles de usuarios, filtraciones de datos que parecen estar fuera de control y la desaparición de la capacidad de controlar nuestras propias vidas digitales”.
Desde entonces, han surgido más regulaciones sobre privacidad de datos y ha disminuido la capacidad de rastrear los hábitos y preferencias de compra de los consumidores. Algunos de los pensadores más progresistas del mundo, como el gobernador de California Gavin Newsom han propuesto diversas formas de un “nuevo dividendo de datos” que proporcionará un marco para que los ciudadanos comunes obtengan valor o compensación monetaria por sus datos que podrían intercambiar con varias organizaciones.
El 1 de noviembre de 2023, Brasil llevó esta visión un paso más allá al presentar en su congreso el primer proyecto de ley del mundo de “Ley General de Empoderamiento de Datos”, que podría ser una enmienda adicional a su LGPD, la histórica ley de privacidad de datos de Brasil, una de las más estrictas del mundo junto con leyes similares en California y la UE. Si se promulga, como predicen algunos expertos en 2024, la nueva legislación introducirá derechos de propiedad de datos y proporcionará un marco para monetizar estos datos para que los ciudadanos comunes se beneficien.
La innovación fintech de Brasil, liderada por su banco central (Banco Central do Brasil), está allanando el camino para un nuevo cambio de paradigma en el que las personas tienen autonomía sobre sus datos en lugar de que los gigantes corporativos los controlen. Esto nivela las condiciones para que los datos sean una nueva moneda de preferencia comercializada sobre nuevos rieles, haciéndolos más divisibles, transportables, confiables y resistentes a la falsificación y el fraude. Con argumentos sobre infracciones de propiedad intelectual por parte de grandes modelos lingüísticos (LLM) relacionados con la imagen de los actores, las imágenes de los artistas y el uso general de datos personales, es fundamental promover nuevas regulaciones que tengan en cuenta las construcciones del siglo XXI y el uso altamente automatizado de nuestros datos colectivos. .
Un informe reciente de S&P Global Market Intelligence basado en las recientes declaraciones del presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, «conectó los puntos» a una hoja de ruta de innovación por fases que comenzó con la introducción de Pix, el sistema de pago instantáneo de Brasil que tuvo un auge más rápido que cualquier otro anterior, a una nueva CBDC (moneda digital del banco central) para ayudar a monetizar nuestros datos.
La tormenta que se avecina: las grandes financieras versus las grandes tecnologías
Durante los últimos años, ha habido más fricciones entre los bancos tradicionales que compiten directamente con los innovadores tecnológicos. Desde intercambios de criptomonedas que intentan alterar el sistema monetario hasta nuevas vías de pago, billeteras digitales e incluso nuevos neobancos o nuevos bancos que han transformado los servicios financieros cotidianos.
Durante el verano de 2022, la burbuja de las criptomonedas estalló después de que una asombrosa cantidad de capital humano y financiero se invirtiera en empresas y tecnologías web3. Un experto en futuros tecnológicos, el profesor de la Universidad de Nueva York, Scott Galloway, declaró que el sector estaba muerto en una publicación titulada “Trustless” (sin confianza) después de que «Luna pasó de una capitalización de mercado de 34 mil millones de dólares a carecer de valor en cuestión de días» y la plataforma de préstamos criptográficos Celsius anunció que estaba dejando en espera todos los retiros y transferencias entre cuentas. Este es el mismo Celsius que prometía tasas de ahorro anunciadas del 18,63% frente a los bancos tradicionales.
El banco más grande de América Latina en la actualidad, nacido en Brasil, es Nubank, respaldado por Warren Buffet, con más de 90 millones de clientes y un modelo de negocio extremadamente rentable. Es el banco de más rápido crecimiento en Brasil a pesar de ser uno de los más grandes. Nubank ha perfeccionado el proceso de adquisición digital y mecanismos de referencia para dominar el panorama de la banca digital. Al mismo tiempo, Brasil tiene la red de pagos de más rápido crecimiento del mundo con Pix. Más del 70% de la población de Brasil ha comenzado a utilizar este sistema de pago móvil en sólo dos años desde su introducción.
Vemos una gran inversión de los bancos centrales en CBDC (Central bank digital currencies, Monedas digitales del banco central), particularmente para mecanismos comerciales transfronterizos relacionados con contratos inteligentes.
Sin embargo, a menos que las instituciones bancarias tradicionales continúen evolucionando e innovando, podrían volverse obsoletas, especialmente con un movimiento hacia un mundo en el que la banca es una función integrada. Nuestras cuentas bancarias se están convirtiendo en un almacén de valor en los teléfonos inteligentes para la mayoría de los consumidores del mundo. Los bancos inteligentes, avanzados y disruptores como los de Brasil se han estado reinventando y, en lugar de banqueros, están contratando más científicos de datos, especialistas en inteligencia artificial y psicólogos conductuales.
Los mercados emergentes están surgiendo para liderar el camino
A menos que Estados Unidos y otros mercados maduros, como Europa, aceleren su ritmo de innovación y reforma legislativa, se quedarán atrás en este nuevo auge de la economía de datos. En el “Plan para una Declaración de Derechos de la IA”, la administración Biden enmarca el uso de tecnología, datos y sistemas automatizados “entre los grandes desafíos que se plantean a la democracia hoy” debido al sesgo y la discriminación de la IA y los “datos no controlados de las redes sociales”. recopilación que amenaza las oportunidades de las personas, socava su privacidad o rastrea de manera generalizada su actividad, a menudo sin su conocimiento o consentimiento”.
Se está corriendo la voz, incluso en el corazón del tecnocapitalismo en los EE. UU. El 3 de noviembre de 2023, durante un evento en Silicon Valley, Gustavo Franco, economista brasileño y ex gobernador del Banco Central de Brasil, explicó que los derechos de propiedad de los datos tienen un reto similar al dinero de la década de 1980. Franco propuso una estructura de supervisión y regulación en torno a los derechos de datos que es análoga a los Acuerdos de Basilea del Banco de Pagos Internacionales de 1988, que gestiona el riesgo del sistema en torno a las operaciones bancarias.
Durante la misma conferencia, Campos Neto discutió las últimas innovaciones del mercado, que combinarán Pix, finanzas abiertas (integración bancaria y de productos financieros), internacionalización de la moneda y Drex (la CBDC emergente de Brasil) para una “nueva dimensión de la intermediación financiera, agregando la IA para que las personas puedan consumir productos financieros de una manera segura y eficiente”.
Ha llegado el momento de que Estados Unidos y otros mercados maduros entren en juego antes de quedarse atrás en un nuevo y valiente mundo de derechos de propiedad de datos. Sin el consentimiento expreso, no permitirá que los intermediarios de datos, las grandes empresas tecnológicas ni las organizaciones extraigan, empaqueten y vendan nuestros datos.
Es importante destacar que el próximo megaciclo en el que la IA se impulse a partir de datos personales que controlamos colectivamente creará rápidamente un pastel mucho más grande del que todos podrán beneficiarse y prosperar juntos. Así es como aceleramos hacia el próximo gran avance que nos espera: un mundo donde los datos proporcionados con consentimiento garantizan la confianza y la participación en nuestras instituciones.
