Si se utilizan aplicaciones de empresas de tecnología líderes en el mundo, como OpenAI, Amazon, Microsoft o Google, existe una gran posibilidad de que ya se hayan consumido servicios producidos por el trabajo remoto en línea, también conocido como trabajo en la nube. Las organizaciones grandes y pequeñas de toda la economía confían cada vez más en la mano de obra subcontratada disponible a través de plataformas como Scale AI, Freelancer.com, Amazon Mechanical Turk, Fiverr y Upwork.
Recientemente, estas plataformas se han vuelto cruciales para que las empresas de inteligencia artificial (IA) capaciten sus sistemas de IA y se aseguren de que funcionen correctamente. OpenAI es un cliente de Scale AI y Remotasks, que etiqueta datos para sus aplicaciones ChatGPT y DALL-E. Las redes sociales contratan plataformas para la moderación de contenidos. Más allá del mundo tecnológico, universidades, empresas y ONG (organizaciones no gubernamentales) utilizan habitualmente estas plataformas para contratar traductores, diseñadores gráficos o expertos en TI.
Las plataformas de trabajo en la nube se han convertido en una oportunidad de ingresos esencial para un número creciente de personas. Un estudio respecto a los trabajadores en la nube de los académicos de la Universidad de Oxford Otto Kässi, Vili Lehdonvirta y Fabian Stephany estimaron que más de 163 millones de personas se han registrado en esos sitios web.
Solo Freelancer.com cuenta con más de 67 millones de trabajadores registrados, el equivalente a la población del Reino Unido. Estos trabajadores, muchos de los cuales se encuentran en países de ingresos bajos y medios, trabajan para clientes que pueden estar en el otro rincón del mundo.
Desde la perspectiva del cliente, la oferta es difícil de resistir. Las plataformas laborales en línea les presentan una mano de obra barata, a menudo calificada, disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Y la feroz competencia por los trabajos en las plataformas asegura que la empresa contratante tendrá la ventaja en la negociación de las condiciones y el pago. No sorprende que las empresas de IA aprovechen esta oportunidad para subcontratar las grandes cantidades de trabajo manual oculto que se necesita para crear sus aplicaciones.
Pero para los trabajadores del otro lado, la situación puede ser grave. Pueden pasar gran parte de su día buscando y solicitando trabajo, tiempo que no es remunerado. Para la mayoría de las plataformas, no hay garantía de que las tareas ofrecidas no estén por debajo de su salario mínimo.
Y si tienen algún problema con el cliente, no siempre hay un proceso de apelación claro, lo que los pone en riesgo de no recibir ningún pago.
Por tercer año, el proyecto Fairwork, también con sede en la Universidad de Oxford, evaluó 15 de estas plataformas de trabajo en la nube, como Freelancer.com, Amazon Mechanical Turk, Fiverr y Upwork. Las empresas fueron calificadas en una escala de 0 a 10, de acuerdo con los cinco principios del trabajo justo: salario, condiciones, contratos, gestión y representación.
Los criterios de puntuación incluían, entre otras cosas, si la plataforma pagaba a los trabajadores a tiempo, si mitigaba los riesgos de salud y seguridad, y si había canales de comunicación claros y un debido proceso para las decisiones que afectaban a los trabajadores. Los resultados se basaron en una encuesta a 752 trabajadores de 94 países, así como en información recopilada de los administradores de la plataforma.
Ninguna de las plataformas cumplió con más de la mitad de estos estándares básicos de trabajo decente. Las plataformas independientes populares como Fiverr y Freelancer.com obtuvieron 2 y 1 puntos, respectivamente.
Las plataformas enfocadas en tareas pequeñas, como el etiquetado de datos o la moderación de contenido, tuvieron algunas de las peores puntuaciones: Appen (3), Clickworker (1), Scale/Remotasks (1), Microworkers (0) y Amazon’s Mechanical Turk (0). En promedio, los trabajadores encuestados ganaban 2.15 dólares por su tiempo de trabajo en estas plataformas.
Los resultados señalan cuántas de estas plataformas no cumplen con los derechos y protecciones básicos de los trabajadores. Debido a la naturaleza internacional de esta industria, las plataformas de trabajo en la nube a menudo pueden eludir las regulaciones laborales nacionales, creando una especie de salvaje oeste virtual en el que los trabajadores pueden perder.
De manera preocupante, este modelo se está extendiendo rápidamente, sobrealimentado por la demanda de las empresas de inteligencia artificial y la tendencia más amplia hacia el trabajo remoto y flexible después de la pandemia.
En particular, algunas plataformas del estudio acordaron realizar algunas mejoras, como Terawork y Comeup, que implementaron un salario mínimo. Sin embargo, los desafíos más grandes en la industria solo pueden resolverse a través de regulaciones que garanticen que estas empresas cumplan con los mismos estándares laborales que todos los demás.
A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo está discutiendo el desarrollo de estándares para garantizar los derechos de los trabajadores en la economía digital. Esta es una oportunidad de oro para abordar los problemas que enfrentan los trabajadores en las plataformas de trabajo en la nube. Sin embargo, esto no será efectivo si los gobiernos nacionales de todo el mundo no se involucran también.
Desafortunadamente, hasta ahora, las discusiones sobre la regulación de la economía de plataformas se han centrado principalmente en sectores como la entrega de alimentos y el transporte compartido. Es urgente que los legisladores y reguladores consideren también los desafíos únicos que enfrentan los trabajadores remotos en línea, y pongan la misma energía en encontrar soluciones para esta fuerza laboral oculta, pero muy real.
