Cualquier organización tiene la aspiración de expandirse para aprovechar la oportunidad derivada de la globalización. Frente al vértigo del potencial aumento de tamaño, existe el anhelo del crecimiento en todas las cifras y el fortalecimiento frente al mercado.
Este temor a globalizarse se debe a una conceptualización clásica de la empresa: el crecimiento deriva en incremento exponencial de empleados, innumerables reuniones e infinidad de nuevos riesgos.
En realidad se puede simplificar aplicando criterio para manejar los tiempos, perseverancia y una buena idea con un buen modelo de negocio.
Pensar en modo «simplificación»
El primer paso es retroceder para tener una visión en perspectiva y empezar con pequeños pasos pequeños iniciales. No se puede asumir ni el ser únicos ni que el mercado va a realizar una valoración positiva inmediata del negocio.
Hay que tener en cuenta como simplificar el modelo de negocio y cómo manejarlo. Hay que evaluar el conocimiento que se tiene del mercado y el negocio y por otro lado los conocimientos que se disponen en gestión de la propia entidad.
Muchas empresas o emprenedores entran en un negocio a ciegas, sin saber cómo ejecutarlo, o por dónde empezar. Solo tienen una idea con la que corren y, a menudo, el fracaso es debido a la falta de experiencia.
Por aburrido que pueda parecer, hay que realizar análisis de necesidades, mercado actual y potencial, competencia, etcétera. Si es necesario incluso formarse para obtener los conocimientos esenciales necesarios.
De este modo, se obtienen las bases de lo que significa administrar un negocio, las cifras necesarias a comprender y las medidas a tomar ante los riesgos o errores.
Una vez asumidos los fundamentos del negocio, los siguientes pasos son pensar en la propia iniciativa de negocio y cómo mostrarla al mercado, desde el nombre hasta el logotipo. Todo ello de forma meticulosa, porque una vez lanzado el modelo, debe ser coherente con ello para que el mercado la entienda. Una vez lanzada puede iniciarse el proceso de ajustar el modelo y la marca.
Sin salir de casa
Los negocios online realmente son el camino a seguir, porque cada día es más la gente prefiere buscar, investigar, comparar y consultar los productos o servicios desde la comodidad del hogar.
Las comodidades para el clienteson amplias:
- Amplios catálogos
- Entrega a domicilio
- No requiere desplazarse ni hacer colas
- Menor restricción de stock
- Publicaciones y comentarios de otros clientes
- …
Una de las cuestiones más importantes es el impacto de las opiniones de los usuarios que publican en blogs, redes sociales, mensajes, etcétera.
Una valoración negativa no atendida correctamente por la organización de acuerdo con un protocolo de respuesta, o incluso responder a las valoraciones positivas con agradecimiento.
Propagar dichos comentarios positivos en diferentes redes es clave para dar a conocer el negocio y llegar a los clientes potenciales dónde habitualmente se encuentran. Es prudente calibrar dicha difusión para no caer en el abuso de publicación y provocar mensajes negativos.
Los retos
Siempre surgirán retos de diferente índole, sin importar el tipo de negocio. Pero al intentar crear una empresa global, el mayor reto de todos es cómo escalar la organización para que tenga las dimensiones adecuadas como para llegar a todos los mercados.
Acometer el escalado del negocio demasiado pronto, sólo genera un problemas y el consumo de tiempo derivado de solventarlos. Por otro lado, no se puede renunciar perder el el potencial de no poder escalar el negocio en absoluto.
Medir las propias capacidades, el equilibrio y la investigación son clave. La mejor aproximación es dedicarle el tiempo necesario a analizar cada movimiento, ver el impacto comercial y establecer el próximo paso.
