La mayoría de las veces, las personas inteligentes y con éxito a menudo opinan que su desempeño pasado es una garantía de éxito futuro. El resultado es que se necesita saber como gestionar a estos individuos sin que las partes interesadas, patrocinadores o clientes sientan una pérdida de visión por parte de la organización.
Los Hi.P.P.O. suelen estar muy difamados. Siempre encuentra enemigos entre los científicos de datos y profesionales de experiencia de usuario. Si hay que tomar una decisión, siempre gana la del jefe. Después de todo, debe haber alguna razón por la que le pagan más.
El Hi.P.P.O. suele ser un perfil fácil de manejar. Es bastante más delicado actuar contra la opinión del Z.E.B.R.A.
Si bien el Hi.P.P.O tiene un proceso de toma de decisiones interna terrible, y al final suele acabar en 3 razones.
- Las pruebas son caras. Esto puede ser cierto para pequeñas compañías o puestas en marcha. En cualquier caso si ante ese comentario no se conoce el coste de realizar una prueba, no se está planteando bien.
- Sabe elegir sabiamente tus batallas. Desafiar al H.I.P.P.O. sin cesar supone un desgaste personal. Por tanto vale la pena recapacitar antes de entrar en discusión y plantearse si afectará el rendimiento de la iniciativa. Probablemente no. En tal caso no debe perderse el tiempo ni hacerlo perder a los demás para luchar con cada opinión.
3) La autoridad pone fin al debate. El coste de la discusión no produce conocimiento. Es una actividad derrochadora. Analizar resultados no es debatir, es una actividad útil. ¿Para qué debatir opiniones? Es puro desperdicio.
Dónde entra el Z.E.B.R.A.
En el final del proceso y el desgaste de y con los H.I.P.P.O. aparecen los temidos Z.E.B.R.A.
Mientras el Hi.P.P.O se manifiesta a través de una estructura autoritaria, el Z.E.B.R.A. tiene el arma más temible, la arrogancia. (el acrónimo es original de Emily Chiu).
Z.E.B.R.A. suele ser alguien con «experiencia» que «realmente conoce al cliente» (al menos eso manifiesta públicamente), pero no tiene ningún dato que lo respalde. A veces, este es el director de producto, comercial o el mismo CEO, en incluso expertos de experiencia de usuario.
Por ejemplo: «basándonos en años de experiencia en diseño, sólo sabemos que el botón debe ser rojo, la imagen debe ser más pequeña y el sombreado del botón debe ser de 4 px (jamás de 3 px)».
Es mucho más peligroso que el Hi.P.P.O. porque mientras que el Hi.P.P.O. puede ser influenciado por los hechos, el Z.E.B.R.A. sentencia: «El cliente está equivocado».
El Z.E.B.R.A gobierna a través de la tiranía de la experiencia.
Los argumentos o mantras sencillos que debe asumir, en la teoría, para defenderse frente a estos dos perfiles serían:
Frente a los Hi.P.P.O.s: «He tomado una decisión. Si desea cambiar la decisión, tráigame hechos. Defina un experimento que demuestre que estoy equivocado y lo respaldaré, pero el debate ha terminado «.
Frente a los Z.E.B.R.As.: «Todas las opiniones son iguales en ausencia de datos».
Una práctica gerencial habitual en los Z.E.B.R.As.es el modelo de gestión Gaviota
Las arrogancia empresarial ha generado hasta un libro muy interesante para poder apreciar a través de los ejemplos hasta que punto esta posición Z.E.B.R.A. es perniciosa para la organización.
