Tres años después del debut de su popularísimo Razr, Motorola presentó al mundo el Rizr. Aunque amado por muchos, el producto nunca consiguió alcanzar el mismo nivel de caché cultural que su predecesor. Los dos dispositivos compartían algunas claves de diseño, pero el Rizr se distinguía por una pantalla que se deslizaba hacia arriba para revelar el teclado físico que había debajo.
Muchas cosas han cambiado en los 17 años transcurridos desde el lanzamiento de aquel producto, pero tras la resurrección del Razr como plegable, la firma, ahora propiedad de Lenovo, recupera el Rizr en forma de concepto. Al igual que con el Razr, está claro por qué la compañía optó por darle una patada a los neumáticos de la vieja marca. Se podría decir que el Rizr 2023 es una especie de sucesor espiritual del modelo de 2006.
La nueva versión cambia la acción deslizante por una pantalla rodante. Ya habíamos visto pruebas de concepto de esta tecnología en el pasado, en su mayoría independientes. Se trata de una tecnología de pantalla diseñada para que quepan más teléfonos en menos espacio. Por defecto, tiene una pantalla compacta 15:9 de cinco pulgadas. Cuando se abren determinadas aplicaciones, se activan gestos o se cambia la orientación, se amplía mecánicamente a 6,5 pulgadas con una relación de aspecto 22:9.
Pero hay que tener en cuenta que los fabricantes de teléfonos siguen cada vez más el ejemplo de las empresas automovilísticas y anuncian dispositivos conceptuales. Se trata un poco de medir el interés de los consumidores y otro poco de mostrar al público -y a los accionistas- que tu departamento de I+D está haciendo un trabajo innovador, independientemente de que ese trabajo se traduzca o no en un producto al final. Véase también: el prototipo OnePlus 11 de ayer.
Debo decir que la empresa matriz de Motorola, Lenovo, nunca ha sido tímida a la hora de sacar al mercado factores de forma extraños y agresivos, ya sea una tableta E Ink o el ThinkPad X1 Fold, que es efectivamente un teléfono plegable en forma de portátil.
Sin embargo, plantea muchas preguntas, en caso de que esta cosa llegue realmente al mercado. Teniendo en cuenta lo que ocurrió en los primeros días de los plegables, hay que asegurarse de que un dispositivo que se vende al público es capaz de repetir esa acción cientos de miles de veces.
