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Documentos judiciales revelan los planes de OpenAI y Jony Ive para un dispositivo de IA

Nuevos detalles sobre los esfuerzos de OpenAI y la startup de hardware IO de Jony Ive para construir un dispositivo de IA para el mercado masivo han salido a la luz a través de documentos legales presentados a principios de este mes.

El objetivo: la computación ambiental más allá del smartphone

Dispositivos como el que planean OpenAI e IO representan el siguiente gran paso en la interacción humano-computadora: la «computación ambiental». La visión es crear un hardware que se integre de forma tan natural en nuestro entorno que podamos acceder al poder de la IA sin la fricción de tener que sacar un teléfono y mirar una pantalla. Ya sea a través de un pin, unos auriculares o unas gafas, el objetivo es que la IA actúe como un asistente proactivo, consciente de nuestro contexto y capaz de ofrecernos ayuda en tiempo real.

Una demanda por marca registrada saca los detalles a la luz

Las presentaciones forman parte de una demanda por disputa de marca registrada iniciada por Iyo, una startup de hardware respaldada por Google que desarrolla auriculares moldeados a medida. A raíz de una orden judicial en este caso, OpenAI tuvo que retirar los materiales promocionales relacionados con su adquisición de IO por 6.500 millones de dólares.

El misterio del dispositivo: ¿auriculares, sobremesa o algo nuevo?

Aunque durante el último año los ejecutivos de ambas compañías han investigado intensamente los dispositivos de audio intrauditivos, el producto final podría no ser un auricular. En una declaración al tribunal, Tang Tan, director de hardware de IO, afirmó que el prototipo que el CEO de OpenAI, Sam Altman, mencionó «no es un dispositivo intrauditivo, ni un dispositivo portátil». Previamente, según el Wall Street Journal, Altman había comentado que el prototipo podría caber en un bolsillo o colocarse en un escritorio, actuando como un «tercer dispositivo».

«Nuestra intención con esta colaboración fue, y es, crear productos que van más allá de los productos e interfaces tradicionales.»
– Sam Altman, en una declaración al tribunal

Investigación de mercado y reuniones con la competencia

Los documentos revelan que los ejecutivos de OpenAI e IO se reunieron con el CEO de Iyo, Jason Rugolo, y probaron sus auriculares, los cuales fallaron repetidamente en las demos. También se desvela en una declaración de Marwan Rammah, ingeniero de IO, que consideraron adquirir una base de datos de escaneos 3D de oídos de la empresa The Ear Project. Por su parte, el CEO de Iyo intentó vender su compañía a OpenAI por 200 millones de dólares, una oferta que fue rechazada.

Este interés en el audio se alinea con los movimientos de otros gigantes. Meta y Google ya compiten en el espacio de las gafas inteligentes, y se rumorea que Apple está trabajando en unos AirPods con cámaras para potenciar funciones de IA.

Implicaciones de privacidad y seguridad a tener en cuenta

La llegada de estos dispositivos de IA ambiental plantea importantes cuestiones que llaman la atención. Un aparato que está siempre activo, escuchando o incluso viendo el entorno del usuario, genera profundas dudas sobre la privacidad de los datos: ¿dónde se procesa y almacena esta información tan sensible? ¿Quién tiene acceso a ella? Además, surge el riesgo de la vigilancia y el uso indebido, tanto por parte de las empresas como de actores maliciosos. Finalmente, hay un componente social: ¿cómo cambian las interacciones humanas cuando no sabemos si la persona con la que hablamos está siendo asistida o grabada por una IA? Son preguntas fundamentales que la industria deberá abordar.

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