El plan de Volkswagen de 2.100 millones de dólares para poner en marcha una fábrica exclusiva de vehículos eléctricos en Wolfsburgo, Alemania está olvidado.
En cambio, el fabricante de automóviles planea modificar sus plantas existentes en Zwickau y Wolfsburg se encargará de la producción de un nuevo vehículo eléctrico emblemático: el pospuesto Proyecto Trinidad – y un Golf hatchback totalmente eléctrico (consiste en una cabina o área para pasajeros con un maletero integrado, al cual se tiene acceso mediante un portón trasero).
Esto sigue una declaración anterior del jefe de vehículos de pasajeros de VW, Thomas Schaefer, quien dijo el año pasado que una fábrica adicional podría no ser necesaria ya que VW produce menos vehículos con motor de combustión con el tiempo. Aun así, no se trata sólo de hacer espacio para los vehículos eléctricos; el fabricante de automóviles está en modo de reducción de costes.
En realidad, eso es decirlo a la ligera. En julio, Schaefer dijo que en VW “el tejado está en llamas” en una reunión con altos directivos, citando la necesidad de la empresa de revisar sus procesos “complejos, lentos e inflexibles”. Un factor importante aquí fue la adopción con retraso de los vehículos eléctricos lo que le llevó a perder mucho terreno frente a BYD en China.
VW todavía no ha demostrado su valía en el sector eléctrico; de hecho, hace apenas un par de días Reuters informó que el fabricante de automóviles planea parar temporalmente la producción de dos vehículos eléctricos, el ID.3 y Cupra Born, debido a la disminución de la demanda.
