¿Qué precio tiene la privacidad? La aplicación de mensajería cifrada de extremo a extremo (E2EE) Signal ha publicado un interesante descripción general de los costes necesarios para desarrollar y mantener sus sistemas pro-privacidad que protegen los datos de los usuarios del seguimiento por defecto.
La entrada en el blog, escrita por la presidenta de Signal, Meredith Whittaker, y el desarrollador Joshua Lund, revela que actualmente gasta alrededor de 14 millones de dólares al año en infraestructura para ejecutar el servicio de mensajería privada; y otros 19 millones de dólares al año en costes de personal, lo que hace un total de alrededor de 33 millones de dólares para mantener las luces encendidas y sus “muchos millones” de mensajes de usuarios a salvo de miradas involuntarias.
También proyecta que el coste de funcionamiento de su servicio aumentará a alrededor de 50 millones de dólares para 2025.
La publicación no desglosa una cifra de usuarios activos del servicio. Pero es probable que sean decenas de millones. (‘Business of Apps‘ estimó que Signal tenía alrededor de 40 millones de usuarios activos mensuales en 2021; mientras que los datos de App Annie a principios de ese año sugerían que tenía alrededor de 20 millones de usuarios a finales de 2020, antes de un aumento en el uso impulsado por un éxodo de usuarios de WhatsApp preocupados por los cambios en la política de privacidad de la aplicación de mensajería propiedad de Meta).
Según la publicación, solo 50 empleados a tiempo completo mantienen el servicio de mensajería en funcionamiento, al mismo tiempo que realizan investigaciones para seguir avanzando en la protección de la privacidad y, al menos en el caso de Whittaker, está completamente dedicada a la promoción de políticas públicas que la ha hecho viajar por todo el mundo en los últimos meses para defender los derechos de privacidad y tratar de defenderse de las incursiones gubernamentales dirigidas a E2EE.
La publicación transmite un mensaje claro: ir en contra de la corriente de la industria tecnológica al mantener a los usuarios a salvo de la vigilancia es una empresa costosa, pero vital.
Signal es una organización sin fines de lucro, por lo que no es un tipo de empresa para ganar dinero. Pero, por supuesto, todavía necesita recibir fondos suficientes para cubrir los costes. Y, claramente, esos costes aumentan a medida que aumenta el uso. Lo que significa que debe ser proactiva a la hora de encontrar formas de aumentar los ingresos que no comprometan su postura fundamentalmente pro-usuario.
Como detalla la publicación del blog, Signal va mucho más allá en la protección de la privacidad del usuario que incluso las principales aplicaciones de mensajería que han implementado su protocolo E2EE (como WhatsApp, propiedad de Meta). «Por poner un ejemplo, las imágenes y los nombres de perfil siempre están cifrados de extremo a extremo en Signal», escribe. “Esto significa que Signal no tiene acceso a su nombre de perfil ni a la foto de perfil elegida. Este enfoque es único en la industria. De hecho, han pasado más de seis años desde que anunciamos por primera vez esta capa adicional de protección y, hasta donde sabemos, ninguno de nuestros competidores la ha adoptado todavía».
“Otras aplicaciones de mensajería pueden ver fácilmente tu foto de perfil, tu nombre de perfil y otra información confidencial a la que Signal no puede acceder. Nuestra elección aquí refleja nuestro firme compromiso con la privacidad, pero también significa que a Signal le llevó más esfuerzo implementar soporte para fotos de perfil. En lugar de un proyecto de fin de semana para un solo ingeniero, nuestros equipos tuvieron que desarrollar nuevos enfoques y conceptos dentro del código base (como claves de perfil), y trabajaron para implementarlo en múltiples plataformas después de un período de prueba prolongado”.
Revelar cuánto gasta (ya) anualmente en cosas esenciales como almacenamiento ($1,3 millones), servidores ($2,9 millones), tarifas de registro ($6 millones), ancho de banda ($2,8 millones), otras necesidades de infraestructura como recuperación ante desastres ($700 mil), así como adicionalmente los 19 millones de dólares antes mencionados en personal (que cubren salarios, impuestos y costos relacionados de recursos humanos), parece que pretenden sacudir (suavemente) a la audiencia y, con suerte, lograr que algunos usuarios más busquen en sus billeteras para contribuir y ayudar a asegurar el premio: la elección de una mensajería privada estándar.
“Para decirlo sin rodeos, como organización sin fines de lucro, no tenemos inversionistas o miembros de la junta directiva con mentalidad de lucro llamando a la puerta durante tiempos difíciles, instándonos a ‘sacrificar un poco de privacidad’ en nombre de alcanzar objetivos monetarios y de crecimiento. Esto es importante en una industria donde la tecnología de consumo ‘gratuita’ casi siempre se sustenta en la monetización de la vigilancia y la invasión de la privacidad”, advierte.
“En lugar de monetizar la vigilancia, nos financian donaciones, incluido un generoso préstamo inicial de Brian Acton. Nuestro objetivo es acercarnos lo más posible a contar con el apoyo total de pequeños donantes, confiando en una gran cantidad de contribuciones modestas de personas que se preocupan por Signal. Creemos que esta es la forma más segura de financiación en términos de sostenibilidad: garantizar que seguimos siendo responsables ante las personas que utilizan Signal, evitando cualquier punto único de fallo de financiación y rechazando la práctica generalizada de la vigilancia de la monetización”.
Como también detalla la publicación, incluso las herramientas tecnológicas alternativas como Signal deben ingresar en las arcas de los gigantes de la industria que poseen y operan infraestructura de aplicaciones esenciales como la computación en la nube y, por lo general, también están en el negocio de captura y vigilancia de datos.
