Paragon, una compañía de spyware israelí que afirma operar como un proveedor de vigilancia «ético», se enfrentó a un intenso escrutinio a principios de este año cuando se descubrió que Italia utilizaba sus herramientas para espiar los teléfonos de dos periodistas. En un movimiento sin precedentes, Paragon respondió cortando lazos con Italia, convirtiéndose en la primera compañía de spyware en nombrar públicamente a un cliente tras el uso indebido de sus productos.
Ahora, la compañía podría enfrentar un nuevo dilema ético: si permitirá o no a la agencia de inmigración y aduanas de EE. UU. (ICE) utilizar su spyware.
Un contrato en el limbo y el contexto político
Un contrato de un año y 2 millones de dólares que Paragon firmó en septiembre de 2024 con el ICE permanece bajo revisión y aún no ha entrado en vigor. Desde que asumió el cargo, la administración Trump ha autorizado a ICE a llevar a cabo redadas de inmigración a gran escala, utilizando tecnología proporcionada por el gigante govtech Palantir. Considerando que se espera que el presupuesto de ICE aumente tras la aprobación de la ley «Big Beautiful Wall», el spyware podría servir como una poderosa herramienta de vigilancia.
Cronología del Contrato Paragon-ICE
Mar 2023 |
Orden Ejecutiva de Biden
La administración Biden emite una orden ejecutiva que restringe el uso de spyware comercial por parte de agencias de EE. UU. |
Sep 2024 |
Firma del Contrato
Paragon firma el contrato de $2M con ICE, pero Seguridad Nacional emite una orden de suspensión casi inmediata para su revisión. |
Principios 2025 |
Incidente en Italia
Paragon corta el acceso a Italia tras descubrir que su tecnología fue usada para espiar a periodistas. |
El dilema de un proveedor de spyware «ético»
Cuando se le preguntó, Paragon no quiso aclarar qué planea hacer si el contrato con ICE finalmente se aprueba. Históricamente, las empresas de spyware han sido muy reticentes a nombrar a sus clientes. Después de que WhatsApp revelara que alrededor de 90 de sus usuarios habían sido atacados con el spyware de Paragon, la compañía buscó distanciarse de los hackeos. Su presidente ejecutivo, John Fleming, afirmó que solo venden a «un grupo selecto de democracias globales, principalmente, Estados Unidos y sus aliados».
«Dado el historial de esta administración de ataques contra los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil, esperamos que Paragon reconsidere el acuerdo.»
– Michael De Dora, Gerente de Defensa de EE. UU. en Access Now
Al autodenominarse un proveedor «ético», Paragon ha puesto sobre sí misma la responsabilidad de juzgar con quién hace negocios. Esto abre la puerta a que otros analicen a sus clientes gubernamentales. A medida que los gobiernos y sus líderes cambian, Paragon puede enfrentarse a la elección de tener que reevaluar continuamente con quién trabaja, una decisión que pone a prueba los límites de su ética declarada.