«Un tiro a la luna, literalmente». Así describe Katelin Holloway, socia fundadora de la firma de capital riesgo Seven Seven Six, su inversión en la empresa de cohetes Stoke Space. Holloway admite que su equipo no tenía «ni idea» de la física de cohetes, pero su apuesta refleja un cambio fundamental en el capital riesgo: ya no es necesario ser un ingeniero aeroespacial para invertir en el espacio.
La inversión de riesgo en tecnología espacial se ha disparado, alcanzando los $4.500 millones solo en los primeros siete meses de 2025, más de cuatro veces la cifra de todo 2024. Este auge no se debe a que los VCs hayan aprendido de repente física orbital, sino a la confluencia de varias fuerzas que están haciendo el espacio más accesible y comercialmente viable que nunca.
Contexto: Las 5 Fuerzas que Impulsan la Nueva Economía Espacial
Una serie de tendencias convergentes ha reducido drásticamente la barrera de entrada al sector espacial, atrayendo a inversores generalistas:
- Reducción de Costes de Lanzamiento: Gracias a empresas como SpaceX, poner un satélite en órbita es órdenes de magnitud más barato, lo que permite a las startups centrarse en aplicaciones en lugar de en la infraestructura de lanzamiento.
- Enfoque en Aplicaciones: La inversión se está desplazando desde los cohetes hacia empresas que utilizan datos e infraestructura espacial para servicios como el monitoreo climático, la inteligencia geoespacial y las comunicaciones globales.
- Impulso Geopolítico y de Defensa: La creciente competencia espacial con China está impulsando un aumento del gasto en defensa por parte de EE.UU., creando una base de clientes gubernamentales fiables para startups de tecnología espacial con aplicaciones militares.
- La IA como Multiplicador: La inteligencia artificial es crucial para analizar las enormes cantidades de datos generados desde el espacio, permitiendo desde la detección temprana de incendios forestales hasta el análisis de inteligencia.
- Tiempos de Retorno Reducidos: Los VCs ahora creen que pueden obtener retornos significativos en un horizonte de 10 años, el ciclo de vida estándar de un fondo. Antes, las empresas espaciales requerían décadas, lo que las hacía inviables para el capital riesgo tradicional.
Nuevas Fronteras: De la Minería Lunar a la Defensa Orbital
La nueva tesis de inversión se refleja en las empresas que reciben financiación. Holloway también ha invertido en Interlune, una compañía que planea extraer Helio-3 de la Luna para su uso en computación cuántica, imágenes médicas y aplicaciones de seguridad nacional. Este tipo de modelo de negocio, centrado en la logística orbital y la infraestructura lunar, era impensable para los VCs hace apenas unos años.
El ángulo de la defensa es particularmente atractivo. Startups como True Anomaly, que desarrolla sistemas orbitales militares y recaudó $260 millones, y K2 Space, fabricante de satélites que cerró una ronda de $110 millones, se benefician de la percepción de un cliente gubernamental seguro y estable. El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que «el dominio espacial será el próximo y más importante dominio de la guerra».
«Estamos literalmente como especie sentados en el precipicio de que el espacio se convierta en parte de nuestra vida cotidiana. Y realmente no creo que el mundo entienda eso o esté listo para ello», explica Katelin Holloway.
La Tesis del Inversor Generalista
La receptividad del mercado público, con las exitosas salidas a bolsa de empresas como Voyager Space y Karman Space & Defense, ha reforzado la confianza de los inversores. La clave del cambio de mentalidad es que la experiencia operativa en la construcción de empresas se está volviendo tan valiosa como el conocimiento técnico profundo.
El perfil de Holloway —de maestra a supervisora en Pixar, pasando por VP en Reddit hasta socia de un fondo de riesgo— ejemplifica este cambio. Aunque no es experta en la física del Helio-3, aporta habilidades críticas en la creación y escalado de organizaciones.
«Al final del día, una empresa es una empresa», dice ella. «Si estás reuniendo a humanos para construir algo difícil, necesitas a alguien con experiencia en la construcción de empresas fuertes». Aunque los desafíos técnicos y regulatorios del sector espacial siguen siendo inmensos, el campo de juego se ha abierto. Ya no es solo para especialistas; es el nuevo y vibrante sector donde la visión empresarial y la ejecución son tan importantes como la ciencia de los cohetes.