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La estrategia ‘Kingmaking’: VCs invierten sumas récord para coronar a los ganadores de la IA desde su inicio

A principios de octubre, la startup de planificación de recursos empresariales (ERP) basada en inteligencia artificial, DualEntry, sacudió el ecosistema tecnológico al anunciar una ronda de financiación Serie A de 90 millones de dólares. La operación, liderada por gigantes como Lightspeed Venture Partners y Khosla Ventures, valora a esta joven empresa de apenas un año en unos asombrosos 415 millones de dólares.

$90M
Ronda Serie A

$415M
Valoración

1 Año
Antigüedad

DualEntry se ha propuesto una misión ambiciosa: reemplazar soluciones de software heredadas como Oracle NetSuite con una plataforma que automatiza tareas rutinarias y ofrece análisis predictivos. Una ronda de esta magnitud sugiere un crecimiento de ingresos fenomenal. Sin embargo, fuentes del sector indican que los ingresos recurrentes anuales (ARR) de la compañía rondaban los 400.000 dólares en agosto. Santiago Nestares, cofundador de DualEntry, niega esta cifra, afirmando que en el momento del cierre del acuerdo, los ingresos eran «considerablemente más altos».

Independientemente de la cifra exacta, esta valoración estratosférica en relación con los ingresos destapa una estrategia de inversión cada vez más común entre las firmas de capital riesgo de primer nivel: el «kingmaking».

La Táctica del ‘Kingmaking’: Crear un Rey para Dominar el Tablero

Definición Clave

El ‘kingmaking’ consiste en inyectar fondos masivos en una startup prometedora dentro de una categoría competitiva. El objetivo es abrumar a los rivales, otorgando a la empresa elegida una ventaja financiera tan significativa que crea una percepción de dominio del mercado, atrayendo talento y clientes clave.

Esta práctica no es nueva, pero su aplicación se ha adelantado drásticamente en el ciclo de vida de las empresas. «Los VCs siempre han evaluado un conjunto de competidores para apostar por el que creen que será el ganador. La diferencia es que ahora esto sucede mucho antes», explica Jeremy Kaufmann, socio de Scale Venture Partners.

David Peterson, socio de Angular Ventures, traza un paralelismo con la década de 2010: «La versión de entonces se llamaba ‘capital como arma'». Señala la financiación masiva de Uber y Lyft como el ejemplo canónico, pero subraya que esa estrategia no se desplegó hasta sus rondas de Serie C o D, cuando las empresas ya tenían una tracción considerable.

Perfil: DualEntry

DualEntry está desarrollando una plataforma de planificación de recursos empresariales (ERP) de nueva generación impulsada por inteligencia artificial. Su objetivo es automatizar procesos financieros y operativos complejos, como la contabilidad, la gestión de la cadena de suministro y los recursos humanos, para ofrecer a las empresas información predictiva y eficiencia operativa, desafiando a gigantes establecidos como Oracle NetSuite y SAP.

Una Tendencia que se Acelera en el Sector IA

El caso de DualEntry no es aislado. El sector de los ERP con IA es un campo de batalla donde el capital fluye a una velocidad vertiginosa. Sus competidores, Rillet y Campfire AI, también han protagonizado rondas consecutivas con una rapidez inusitada.

A principios de agosto, Rillet levantó una Serie B de 70 millones de dólares liderada por Andreessen Horowitz (a16z) e Iconiq, apenas dos meses después de cerrar una Serie A de 25 millones con Sequoia. De manera similar, Campfire AI cerró en octubre una Serie B de 65 millones, pocos meses después de una Serie A de 35 millones liderada por Accel.

Financiación de Rillet (2025)$95M Total
A: $25M
B: $70M

Financiación de Campfire AI (2025)$100M Total
A: $35M
B: $65M

Observación del Mercado

«No hay datos nuevos entre rondas. Las Series B ocurren normalmente entre 27 y 60 días después de las Series A», publicó en X el mes pasado Jaya Gupta, socia de Foundation Capital. Gupta observa este patrón no solo en ERP de IA, sino también en categorías como la gestión de servicios de TI y el cumplimiento de normativas SOC.

El Capital como Sello de Confianza y sus Riesgos

Aunque algunas startups como Cursor o Lovable han demostrado un crecimiento vertiginoso entre rondas consecutivas, múltiples inversores confirman que no siempre es el caso. Muchas de las empresas que han levantado múltiples rondas en 2025 todavía operan con un ARR en el rango de un solo dígito de millones.

Entonces, ¿por qué esta prisa por inyectar capital? Una razón clave es la percepción. Los grandes compradores empresariales ven a las startups bien financiadas como apuestas más seguras y con más probabilidades de sobrevivir a largo plazo. Este factor fue crucial para que la startup de IA legal Harvey consiguiera atraer a grandes bufetes de abogados como clientes.

Sin embargo, la historia reciente ofrece un recordatorio aleccionador de que una capitalización masiva no garantiza el éxito.

Cronología de un Gigante Caído: Convoy

2015 Fundación de Convoy, con el objetivo de digitalizar la industria del transporte de mercancías.
2018-2022 Recauda más de $900 millones de inversores como CapitalG, T. Rowe Price y Baillie Gifford, alcanzando una valoración de $3.8 mil millones.
Octubre 2023 Cesa todas sus operaciones citando un «colapso sin precedentes del mercado de transporte» y la contracción del mercado de capitales.

Fracasos notables como el de la empresa de logística Convoy o la reorganización por bancarrota de la empresa de patinetes Bird demuestran los peligros de esta estrategia. A pesar de ello, las principales firmas de capital riesgo no parecen inmutarse. Prefieren apostar fuerte en una categoría que parece propicia para la disrupción de la IA, y hacerlo pronto.

Como concluye Peterson: «Todo el mundo ha internalizado plenamente la lección de la ley de potencias. En la década de 2010, las empresas podían crecer más rápido y ser más grandes de lo que casi nadie había pensado. No podrías haber pagado de más si hubieras sido uno de los primeros inversores en Uber». La carrera por coronar al próximo rey de la IA no ha hecho más que empezar.

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