Nvidia y Quantum Machines, la startup israelí que ofrece una plataforma de orquestación para controlar y operar procesadores cuánticos, han anunciado el lanzamiento de Nvidia DGX Quantum, que combina el superchip Grace Hopper de Nvidia con el controlador de Quantum Machines.
A lo largo de los últimos años, se ha hecho cada vez más evidente que, para hacer funcionar con eficacia un ordenador cuántico, también se necesitan muchos recursos de computación clásicos para controlar estos sistemas. Y estos dos sistemas también deben estar estrechamente integrados, en parte porque es necesario ejecutar algoritmos de calibración y corrección de errores en las máquinas clásicas para mantener en funcionamiento las máquinas cuánticas. Pero cada ciclo de cálculo adicional también ayuda a ejecutar funciones adicionales y a evaluar los datos del ordenador cuántico.
«Los ordenadores cuánticos tienen un uso muy natural: alimentar superordenadores», afirma Itamar Sivan, cofundador y CEO de Quantum Machines. «El lugar más natural para ellos, creo, es la infraestructura de supercomputación y la infraestructura en la nube. Por un lado, serán los primeros lugares en integrar la computación cuántica a mayor escala. Queremos alimentar estos superordenadores con cuántica, pero también queremos alimentar la cuántica con los superordenadores.»
De eso trata esta colaboración. No se puede hacer funcionar un ordenador cuántico sin enormes recursos de computación clásica y, para un superordenador, la cuántica se convierte esencialmente en otro coprocesador para gestionar tareas específicas, de forma similar a como suelen utilizarse las GPU para acelerar tareas de aprendizaje automático, por ejemplo.
«Si tienes un millón de cubits o cientos de miles de cubits y cada uno tiene una docena de parámetros que deben optimizarse de forma independiente, los líderes de la comunidad están dirigiendo su atención hacia los métodos de IA, que brillan en una plataforma NVIDIA», explica Tim Costa, director de computación de alto rendimiento y cuántica de Nvidia. «Existe una enorme necesidad de cálculo en la GPU para poner en marcha un ordenador que cumpla la promesa de la cuántica. Y para ello, por supuesto, tenemos que acoplarnos estrechamente a la cuántica, así que necesitamos trabajar con el líder en este campo en términos de interfaz con la cuántica y control de la cuántica, que es Quantum Machine».