En la actualidad, se ha alcanzado un acuerdo generalizado sobre el impacto transformador que la inteligencia artificial generativa tendrá en el ámbito empresarial. Aquellas empresas y personas que no se adapten a esta tecnología quedarán rezagadas rápidamente en el transcurso de la historia.
Las empresas, a medida que se adentran en el uso de inteligencia artificial, buscan pruebas concretas y métricas comerciales que demuestren de qué manera esta tecnología mejora el rendimiento y los ingresos empresariales.
No es recomendable ni apropiado basarse exclusivamente en las garantías ofrecidas por los proveedores. Determinar la influencia directa de herramientas como Microsoft Copilot en el desempeño global de la organización no es una tarea sencilla.
En el artículo del Boletín de Noticias sobre el Clouded Judgement , el inversor Jamin Ball plantea la cuestión de si los CIO deberían aceptar la adopción de ciertas tecnologías como una necesidad inevitable para las empresas. Ball sugiere que muchas empresas podrían encontrarse en una situación en la que no tengan alternativas viables. Según su análisis, es probable que los beneficios de estas inversiones no sean inmediatos, lo que podría llevar a las empresas a enfrentarse a decisiones de compra complicadas en el futuro.
Esta es la opinión de Ball: “En la actualidad, el mundo está experimentando un proceso de evolución significativo, donde la Inteligencia Artificial representa un cambio de plataforma de gran envergadura. La falta de adopción o inversión en esta tecnología conlleva el riesgo de perder cuota de mercado y volverse progresivamente irrelevante. Es imperativo que, al igual que tus competidores, realices inversiones en iniciativas de Inteligencia Artificial. Aunque inicialmente estas inversiones pueden no traducirse directamente en mejoras comerciales, como un aumento en los ingresos, sin duda alguna contribuirán a ofrecer una experiencia de usuario final superior. Asimismo, es probable que impacten positivamente en otras métricas relevantes, como la retención de clientes o la reducción de la pérdida de los mismos. Según Ball, si sus competidores están mejorando las experiencias de usuario final y usted no lo está haciendo, podría enfrentar problemas a corto o mediano plazo.”
Los directores de tecnología de la información (CIO) buscan mayor certidumbre antes de adoptar una nueva tecnología cara, independientemente de su carácter innovador. Deben enfrentar junto con el director financiero (CFO) de la empresa la necesidad de justificar los gastos en el presente, considerando el momento en que podrán obtener un retorno de la inversión realizada.
Quienes emplean la analogía de la electricidad para aludir a la Inteligencia Artificial pueden considerar que se encuentra en un punto similar al de la transición de las fábricas del vapor a la electricidad a finales del siglo XVIII. Aunque se podría optar por ignorar esta evolución y continuar utilizando el vapor, tarde o temprano se vería superado por las consecuencias de no adaptarse a los avances tecnológicos.
Quizás la solución resida en una startup innovadora, aunque es más probable que empresas de cierta envergadura acudan a consultoras reconocidas (Deloitte, McKinsey y Accenture) y les remuneren generosamente para que les asistan en la resolución del problema. Paradójicamente, esta acción solo resultará en un incremento del coste y del tiempo necesario para obtener beneficios.
Los Chief Information Officers (CIO) que buscan orientación sobre el rumbo a seguir en sus empresas deben evaluar si están avanzando de manera efectiva hacia el futuro o si están incurriendo en gastos innecesarios, recordando las palabras de Jerry García de Grateful Dead en su canción: “No se puede volver atrás y no se puede permanecer inmóvil. Si no te alcanza el trueno, lo hará el rayo”.