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El cohete Starship de SpaceX completa con éxito su décimo vuelo de prueba alcanzando hitos clave.

La compañía de tecnología aeroespacial SpaceX ha marcado un avance significativo en su programa espacial tras el exitoso décimo vuelo de prueba de su cohete Starship. En una misión lanzada recientemente desde sus instalaciones de Starbase en Boca Chica, Texas, el vehículo alcanzó varios objetivos críticos que habían resultado esquivos en intentos anteriores, poniendo fin a una serie de fallos y reforzando la viabilidad del sistema para futuras misiones lunares y marcianas.

Hitos Clave del Vuelo

El gigantesco cohete, de 123 metros (403 pies) de altura, despegó impulsado por 33 potentes motores Raptor alimentados por metano. Aproximadamente tres minutos después del lanzamiento, la primera etapa del cohete, conocida como el propulsor Super Heavy, se separó exitosamente. Durante su descenso, ejecutó una maniobra de prueba inédita que consistió en apagar intencionadamente los motores principales de aterrizaje para activar los de respaldo, demostrando redundancia en caso de un fallo real. El propulsor de 71 metros (232 pies) completó la prueba con un amerizaje preciso y controlado en el Golfo de México.

Mientras tanto, la etapa superior, la nave Starship propiamente dicha, continuó su ascenso hasta llegar al espacio. Allí, logró por primera vez dos hitos fundamentales: la apertura de su compuerta de carga útil y el despliegue de ocho satélites simuladores de masa de Starlink. Además, la compañía volvió a encender con éxito uno de sus motores Raptor en el vacío del espacio, una capacidad crucial para maniobras orbitales, antes de guiar el vehículo hacia un amerizaje controlado en el Océano Índico.

Pruebas Innovadoras en Ambas Etapas

Este vuelo no solo validó procedimientos de lanzamiento y despliegue, sino que también sirvió como una plataforma para experimentos críticos. Durante el reingreso atmosférico, el escudo térmico actualizado de la Starship fue sometido a temperaturas extremas. SpaceX llevó a cabo pruebas deliberadas, como la eliminación de algunas losetas térmicas para evaluar el comportamiento de la «piel» de acero de la nave y el testeo de nuevos materiales, incluyendo una loseta metálica y otra con refrigeración activa.

Un Avance Estratégico para Futuras Misiones

Uno de los mayores logros de la misión fue mantener una comunicación constante con la nave durante todas las fases del vuelo, superando los problemas de pérdida de control de actitud que impidieron el despliegue de la carga en la misión anterior. Este éxito representa una victoria crucial para SpaceX, disipando dudas sobre la madurez del cohete de cara a sus compromisos, como el programa Artemis de la NASA, que planea utilizar Starship para aterrizar humanos en la Luna a mediados de 2027.

El éxito de este vuelo de prueba es un paso material hacia el objetivo final de la compañía de crear un sistema de transporte totalmente reutilizable capaz de llevar humanos y carga a la Luna, Marte y más allá. Aunque todavía quedan hitos técnicos por superar, esta misión demuestra un progreso tangible y acelera el desarrollo del que está llamado a ser el vehículo de lanzamiento más potente jamás construido.

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