La reciente decisión de la administración Trump de convertir las subvenciones gubernamentales destinadas a Intel en una participación del 10% en la compañía ha sido calificada como un movimiento «sin precedentes y confuso» que ha desatado un intenso debate entre los analistas del sector. La cuestión central es si esta intervención puede resolver los problemas de fondo de Intel o si, por el contrario, crea nuevos riesgos.
El Problema de Fondo: Una División de Fundición en Crisis
El mayor desafío de Intel reside en su unidad de negocio de fundición (Intel Foundry), encargada de fabricar semiconductores para clientes externos. La división ha acumulado pérdidas operativas de $3.100 millones en el segundo trimestre, ha perdido contratos importantes como uno potencial con Sony, y ha sido objeto de despidos masivos. El descontento interno llegó a tal punto que provocó la renuncia de Lip-Bu Tan del consejo de la compañía en agosto de 2024.
«No entendieron el servicio al cliente», afirmó Kevin Cassidy, director gerente de Rosenblatt Securities. «Siempre han fabricado internamente, el grupo de fabricación era el rey. Es difícil ser un grupo centrado en el servicio al cliente cuando crees que lo sabes mejor».
Según Cassidy, el problema de Intel Foundry no es la falta de dinero, sino un problema cultural y de enfoque hacia el cliente que una inyección de capital gubernamental no puede solucionar por sí sola.
Riesgos del Acuerdo: Dilución y Repercusiones Internacionales
En una presentación pública ante la SEC, la propia Intel reconoció los riesgos del acuerdo. El principal es la dilución de los accionistas existentes, que ven reducido el valor y los derechos de gobierno de sus participaciones. «Me decepcionaría si fuera accionista», señaló Cassidy, refiriéndose a las 430 millones de nuevas acciones cedidas con un descuento. Además, existe un riesgo significativo para su negocio internacional, que representa el 76% de sus ingresos, ya que las empresas extranjeras podrían recelar de asociarse con una entidad parcialmente propiedad del gobierno estadounidense en un clima de tensión comercial.
Análisis del Acuerdo: Argumentos a Favor y en Contra
Argumentos a Favor del Acuerdo 👍 | Argumentos en Contra del Acuerdo 👎 |
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La Verdadera Prueba para Intel
A pesar de los riesgos, algunos analistas ven aspectos positivos. Cody Acree, de Benchmark Company, considera que el compromiso del gobierno puede dar a Intel el impulso que necesita, un «trampolín hacia la revitalización». Por su parte, Andrew Rocco, de Zacks Investment Research, sugiere que esto podría dar a Intel un papel más importante en la estrategia de IA nacional, ligada a iniciativas como la de OpenAI, SoftBank y Oracle.
Sin embargo, todos los analistas coinciden en que el acuerdo no será el salvador de Intel. El verdadero rescate debe venir desde dentro. La prueba de fuego no será la óptica del acuerdo, sino si Intel puede generar un interés sustancial por parte de los clientes en su próximo procesador de vanguardia, el 14A. «Todavía no hay garantía de que Intel pueda volver al mercado a la vanguardia», concluyó Cassidy.