La empresa fintech Chime, cuya salida a bolsa (OPI) está considerada como uno de los estrenos más esperados del mercado bursátil en 2025, ha publicado este lunes su rango de precios indicativo para la oferta pública inicial. Las acciones se ofrecerán entre 24 y 26 dólares por unidad, lo que otorgaría a la compañía una valoración de hasta 11.200 millones de dólares.
En el punto medio del rango, Chime prevé recaudar 800 millones de dólares, una suma que será distribuida entre la propia empresa y un pequeño grupo de inversores iniciales, entre los cuales se encuentra el fondo europeo de capital riesgo Cathay Innovation, que ha manifestado su intención de vender parte de su participación durante el proceso de salida a bolsa.
A pesar del contexto de ralentización general en el mercado de ofertas públicas, la OPI de Chime no se perfila como la mayor del año. Ese título lo ostenta actualmente CoreWeave, que logró captar 1.500 millones de dólares con una valoración de 23.000 millones, aunque dicha cifra se situó por debajo de sus expectativas iniciales.
No obstante, la operación de Chime sigue siendo una de las más relevantes de 2025, debido a su fuerte crecimiento en ingresos y la reducción progresiva de sus pérdidas operativas. En 2023, la compañía reportó ingresos de 1.300 millones de dólares, cifra que aumentó a 1.700 millones en 2024. Durante el primer trimestre de 2025, ya ha generado más de 518 millones de dólares. Por otro lado, las pérdidas pasaron de 203 millones de dólares en 2023 a tan solo 25 millones en 2024, reflejando una notable mejora en su rentabilidad.
Sin embargo, persiste un aspecto que podría considerarse desfavorable: su última valoración privada conocida, según estimaciones de PitchBook, ascendía a 25.000 millones de dólares, sensiblemente superior al objetivo actual de salida a bolsa. A pesar de ello, este dato podría no tener un impacto significativo si el interés del mercado supera las previsiones. En ese caso, el precio final por acción podría situarse por encima del rango inicial, y la valoración bursátil se ajustaría en consecuencia en función de la demanda en el mercado secundario.
Existen ya señales positivas por parte del mercado institucional. A pesar del apetito actual por liquidez en las empresas tecnológicas, los principales accionistas de Chime —con la excepción de Cathay— no han anunciado por el momento ninguna intención de vender acciones en esta fase, según consta en la documentación más reciente presentada ante los reguladores. Es posible que en futuras actualizaciones regulatorias se revelen más operaciones de venta por parte de insiders, aunque hasta la fecha, la retención de participaciones por parte de los accionistas principales ha sido interpretada como una señal de confianza.
Entre los inversores más destacados que figuran en la estructura de capital de Chime se encuentran DST Global, liderado por el multimillonario Yuri Milner; Crosslink Capital, gestionado por Michael Stark; y Access Industries, propiedad del multimillonario Len Blavatnik. También participan fondos de capital riesgo de primer nivel como General Atlantic, Menlo Ventures —representado en el consejo de administración por Shawn Carolan— e Iconiq Capital.
La salida a bolsa está programada, según las previsiones actuales, para tener lugar durante la semana del 9 de junio de 2025.